¿A qué distancia debe iniciarse un tirador?
- cjimenez832
- hace 7 días
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Las cifras del FBI se basan en encuentros defensivos y emboscadas, todos de ellos en contextos policiales en Estados Unidos, y describen situaciones de riesgo real, no programas de entrenamiento. Para poder usar un arma de fuego en esos escenarios, no basta con conocer los fundamentos: hay que saber administrarlos bajo presión, considerando distancia, prisa y estrés.
En un curso de Fundamentos de Tiro la distancia promedio para los primeros disparos suele ser entre 3 y 4 metros. Muchos instructores la utilizan porque permite que los alumnos sin experiencia impacten de forma adecuada en blancos relativamente pequeños. Además, esta preferencia se apoya en datos que se citan con frecuencia: un artículo publicado por el FBI Law Enforcement Bulletin señala que, en incidentes con armas de fuego donde resultaron asesinados oficiales en cumplimiento del deber, más del 60 % ocurrieron a una distancia no mayor a 3 metros (0-10 pies) respecto al agresor (FBI, What Is a Safe Distance?)(https://leb.fbi.gov/spotlights/officer-survival-spotlight-what-is-a-safe-distance).
En Combat/Ludus trabajamos diferente: la distancia mínima que usamos en nuestros cursos de fundamentos es 7 metros. ¿Es esto demasiado lejos para alguien que nunca ha usado un arma y contrario a lo que sugieren las estadísticas del FBI? Puede parecerlo a primera vista. Tenemos razones claras para hacerlo.
Las cifras del FBI se basan en encuentros defensivos y emboscadas, todos de ellos en contextos policiales en Estados Unidos, y describen situaciones de riesgo real, no programas de entrenamiento. Para poder usar un arma de fuego en esos escenarios, no basta con conocer los fundamentos: hay que saber administrarlos bajo presión, considerando distancia, prisa y estrés.
Esa administración de los fundamentos ya pertenece al ámbito táctico y operativo, no al de un curso básico enfocado en desarrollar técnica sólida.
A 3 metros, un tirador inexperto puede mostrar agrupaciones aparentemente buenas; sin embargo, pequeñas desviaciones en empuñe, alineación de miras o control del disparador no se aprecian con la misma claridad que a distancias medias. Esas desviaciones, si no se corrigen desde el inicio, se convierten en errores acumulativos que afectan la precisión a 10, 15 o más metros, y que son particularmente exponenciales cuando se realiza tiro en movimiento.
Trabajar desde 7 metros o más obliga al alumno a ejecutar correctamente cada paso del procedimiento. La corrección se vuelve más evidente, el error se magnifica y el instructor puede intervenir con mayor precisión para evitar que esos vicios se instalen.

La facilidad que representa para un tirador comenzar a disparar a 3–4 metros no es despreciable: al notar impactos adecuados desde el principio, el alumno recibe un refuerzo positivo inmediato, que aumenta su motivación y lo anima a seguir practicando.
Ese refuerzo es útil, pero debe emplearse con criterio. En Combat/Ludus reconocemos su valor, pero lo equilibramos con una exigencia técnica mayor, buscando que la confianza del alumno se construya sobre la precisión real, no solo sobre la satisfacción inmediata.
Otra razón por la que muchos instructores se limitan a los 3-4 metros tiene que ver con la propia inhabilidad del instructor para lograr que un tirador principiante impacte de forma rápida y adecuada a distancias más largas.
El instructor controla la narrativa y el contexto de aplicación de las habilidades que se desarrollan —y más aún cuando los tiradores son primerizos—. Enseñar únicamente a 3 metros, amparándose en fuentes de confianza como el FBI permite al instructor permanecer en su zona de confort, evitando escenarios donde no pueda hacer que el alumno obtenga resultados satisfactorios a distancias mayores.
Esto no es un reproche, sino una observación pedagógica: enseñar bien a 7 metros o mas exige más técnica, más conocimiento, más capacidad de análisis y, por supuesto, la efectividad de las indicaciones que el instructor da al tirador, que se demuestran en correcciones de técnica, precision y velocidad evidentes.
Nuestra metodología: exigir excelencia para construir velocidad confiable

En Combat/Ludus preferimos trabajar con blancos relativamente pequeños a distancias relativamente largas desde el inicio. Esto nos permite:
Exigir una aplicación más rigurosa de los fundamentos.
Asegurar que el tirador mantenga sus procedimientos aun cuando se le demande velocidad.
Evitar que la “búsqueda de rapidez” se convierta en el hábito de saltarse pasos esenciales.
Una vez que el alumno logra precisión en estas condiciones, combinamos ejercicios que alternan 3 metros y 15 metros dentro del mismo cuadro de tiro. Con esto conseguimos dos cosas:
1. Que el tirador desarrolle la velocidad necesaria para escenarios defensivos (los mismos que reflejan las estadísticas del FBI).
2. Que pueda reajustar su técnica rápidamente cuando las distancias cambian de forma intempestiva.
¿Por qué los instructores se quedan en 3 metros?
He identificado varias razones recurrentes:
1. Mala interpretación o uso indiscriminado de las estadísticas del FBI. Son referencia contextual, no una guía de enseñanza.
2. Comodidad y corto plazo. A 3 metros, los alumnos impactan rápido, la sesión parece exitosa y el tirador se retira satisfecho.
3. Falta de visión pedagógica. No todos los instructores buscan generar procedimientos resistentes al estrés y la distancia; algunos se enfocan solo en resultados inmediatos.
4. Facilidad para el alumno. La cercanía genera resultados rápidos y refuerzo positivo inmediato.
5. Zona de confort del instructor. Enseñar más lejos requiere más técnica, observación y capacidad de diagnóstico.
No existe una distancia universal para iniciar a un tirador. La mayoría de las escuelas utilizan 3–4 metros porque es práctico y motivante para principiantes, y porque está respaldado por estadísticas del FBI que reflejan escenarios reales de enfrentamiento.
En Combat/Ludus, elegimos comenzar a 7 metros o más porque creemos que esta distancia revela errores que a 3 metros pasan desapercibidos, exige excelencia en la ejecución de los fundamentos y construye una base técnica más fuerte. A la larga, eso se traduce en disparos más consistentes, más rápidos y más seguros.
La distancia, en sí misma, no enseña nada; pero bien utilizada, puede convertirse en el mejor espejo del proceso técnico del tirador.
Referencias:
Federal Bureau of Investigation (FBI). Officer Survival Spotlight: What Is a Safe Distance? FBI Law Enforcement Bulletin, U.S. Department of Justice, 2020. Disponible en: (https://leb.fbi.gov/spotlights/officer-survival-spotlight-what-is-a-safe-distance)
