Prestigio y credibilidad en la instrucción de tiro

Lo que debería importar es la calidad del conocimiento transmitido, no la persona que lo pronuncia. Sin embargo, en la realidad —y especialmente en la enseñanza de adultos— la percepción que la gente tiene de ti juega un papel determinante.

La instrucción de tiro —como toda forma de enseñanza— no solo depende de lo que se transmite, sino también de cómo y de quién proviene el conocimiento. Entre los componentes que sostienen la credibilidad de un instructor están su manejo académico, el conocimiento real que domina y la experiencia práctica que respalda lo que enseña. Pero hay un elemento adicional, muchas veces subestimado: el prestigio.

Todos los que enseñamos hemos estado en una situación como ésta: dices algo que es increíblemente valioso, pero los alumnos lo reciben con cautela. En cambio, cuando lo mismo es expresado por alguien con un acento extranjero, tatuajes llamativos, una historia de operaciones especiales en otro país o simplemente con una “aura” diferente, la audiencia lo toma como verdad absoluta.

¿Es discriminación? Claro que no.

El contenido es el mismo, pero el valor que se le asigna cambia según quién lo dice. A eso se le llama prestigio y credibilidad. Es una realidad de la instruccion en todos los ambientes y en todos los países.

En un mundo ideal, lo que debería importar es la calidad del conocimiento transmitido, no la persona que lo pronuncia. Sin embargo, en la necia realidad —y especialmente en la enseñanza de adultos— la percepción que la gente tiene de ti juega un papel determinante. No basta con dar información y técnicas correctas: también debemos gestionar las expectativas, los prejuicios, las ideas preconcebidas y las percepciones que los alumnos tienen sobre nosotros como instructores. Es decir, nuestra arma mas grande para dar una clase no solo es el conocimiento que tenemos, sino como lo impartes y quien eres para hacerlo.

El prestigio puede construirse de varias formas —no las vamos a listar aquí—. Lo importante es que identifiques cuál es tu fortaleza más grande y la uses a tu favor. En mi caso, esa fortaleza es la enseñanza técnica y la justificación científica del tiro. Cada instructor debe encontrar la suya y trabajar sobre ella, pero sobre todo, estas consciente de las áreas de oportunidad que tenemos como tiradores, instructores y personas.

Hoy en día, además, es indispensable ser prolífico en redes sociales y aprender a usarlas de manera adecuada, éstas funcionan como un megáfono que si usas con conocimiento, te ayudarán mucho a construirte como alguien que vale la pena escuchar. La realidad es que muchas veces las personas que contratan un curso de tiro lo hacen porque perciben experiencia, conocimiento y trayectoria.

El prestigio, bien entendido, no es un adorno ni un título vacío. Es un componente que, sumado al conocimiento y a la preparación académica, fortalece la confianza del alumno y abre la puerta para que lo que enseñamos sea recibido, practicado y finalmente interiorizado.

Cristian Jmz.