A mediados de septiembre de 2018, El periódico Reforma publicó un artículo sobre una empresa que ofrecía cursos de tiro con un supuesto aval de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) (https://bit.ly/2USTQTc). En los últimos años, se ha visto en México un aparente aumento de ofertas de instrucción de tiro, cursos certificados y demás para recibir capacitación en el manejo y manipulación de las armas de fuego, técnicas defensivas y, de forma aún más evidente, en la rama de la protección ejecutiva.
Los interesados, en su búsqueda de legitimidad y credibilidad preguntan quién certifica o avalúa el curso y si éste tiene valor curricular, de la misma manera, los instructores o empresas que ofrecen este producto suelen responder que está certificado o avalado por alguna entidad de gobierno –casi siempre la Secretaría del Trabajo y Previsión Social– o en algunas ocasiones por alguna organización internacional o mundial de seguridad a funcionarios o protección ejecutiva.
Valor Curricular y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
Según el Phoenix Instituto de Evaluación “en México no existen instancias de gobierno que califiquen un programa de capacitación para darle valor curricular. El término valor curricular está más enfocado a presentar algún tipo de constancia que demuestre que los conocimientos que presentas los obtuviste mediante enseñanza externa, algún curso o programa de capacitación, que no necesariamente tiene validez ante la SEP” (https://bit.ly/2I8lhXL).
El problema continúa -creo yo- con dos partes fundamentales: por un lado, la persona que pregunta de buena fe si un curso está certificado, no comprende realmente lo que significa una certificación y la persona que responde que sí, en este caso el instructor, el cual confunde una certificación y el valor curricular.
La STPS -la constante referencia cuando alguien pregunta sobre el valor curricular de un curso- posee una base de datos de instructores (personas físicas y morales) que pueden ofrecer servicios a empresas con el fin de capacitar al personal que labora en las empresas. Cuando el patrón detecta una necesidad de capacitación, busca a un especialista y le paga para que dé un curso. Si éste tiene su registro de capacitador externo en esta institución, al impartirlo y después de comprobar que sus alumnos adquirieron las habilidades necesarias para desempeñar las actividades, se puede expedir una constancia de competencias o de habilidades laborales firmada por el patrón y el instructor que es válida ante la STPS.
Cuando un instructor está interesado en darse de alta como capacitador externo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, debe entregar una lista de programas de instrucción, sus temarios y el tiempo de duración de los mismos, acompañados de la documentación correspondiente (diplomas, certificados, constancias y reconocimientos de participación) para comprobar que tiene el conocimiento para impartir dichos temas, pero lo único que la STPS hace con este proceso es dar de alta al capacitador y registrar los cursos a impartir. En su página, esta institución, dice que ellos no avalúan, no certifican y no otorgan valor curricular ni académico; a su vez, no se hacen responsables de la capacitación impartida, y en caso de que el Capacitador Externo expida constancias de habilidades laborales, sólo podrá hacerlo con el llenado del Formato DC-3 y a quienes hayan aprobado los cursos de capacitación o los exámenes de suficiencia (https://bit.ly/2IOzLbd).
Con respecto a los cursos de tiro, la STPS no acepta registrar cursos de tiro a menos que sólo se impartan de forma teórica, por lo que las habilidades prácticas de un curso de este tipo no pueden ser evaluadas ni tomadas en cuenta para la aplicación de los cursos de capacitación o exámenes de suficiencia para obtener una constancia de habilidades laborales. En palabras del personal de la STPS, la institución encargada de la evaluación práctica de tiro es la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Certificaciones del curso o de los instructores
El valor curricular de un curso es diferente y no depende de la certificación obtenida por haberlo tomado, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la certificación es “el procedimiento mediante el cual un organismo da una garantía por escrito de que un producto, un proceso o un servicio está conforme a los requisitos especificados” (https://bit.ly/1NUeJoZ), de tal manera, hay diferencias importantes entre los cursos que dan herramientas para mejorar algo que ya se sabe hacer y los cursos en los cuales se aprende a hacer algo de una determinada manera a través de un proceso definido, estructurado y con metas medibles y evaluables.
Según Global Standard -una firma de capacitación y certificación a nivel internacional- “para certificarse en un curso, es necesario primeramente definir una metodología, los materiales, el contenido de los mismos, determinar los exámenes, cuál va a ser el camino que va llevar el instructor para poder llevar a cabo esa transferencia de conocimiento y también cuales serán los mecanismos de validación; como por ejemplo: exámenes, prácticas y el rol que va a jugar tanto el instructor como los participantes.” (https://bit.ly/2BxVoLg).
Lo anterior implica que hay distintos tipos de cursos de tiro certificados:
· Los cursos donde se certifica como instructor de tiro: un ente gubernamental o privado instruye y después evalúa si se ha aprobado exitosamente las evaluaciones. Con las anteriores se prueba que el alumno puede capacitar personal en una técnica de tiro específica, cumpliendo con estándares y un proceso adecuados. Dos ejemplos de estos cursos certificados pueden ser el Intuitive Focus Shooting Instructor Developing Course, de I.C.E. Training o el Curso de Instructor de Tiro de Fuerzas Especiales del Ejército Méxicano.
· Los cursos donde se certifica como tirador en una determinada técnica: un ente gubernamental o privado evalúa y concluye que el empleo de un arma de fuego es existoso conforme a los estándares predeterminados.
Las certificaciones se otorgan en temas específicos, no es lo mismo ser un instructor de tiro certificado para impartir un programa de tiro determinado que tener una certifición de Instructor-Evaluador de Habilidades de Tiro. Con el primero se puede enseñar un proceso de tiro de forma adecuada y con el segundo se evalúan los resultados de tiro de una forma correcta. Enseñar y evaluar no son sinónimos.
Para obtener una certificación después de haber tomado un curso, no basta con la impartición de la información, quienes dan el curso deben hacerlo con base en una metodología y estructura determinadas, establecer objetivos medibles, alcanzables y comprobables, además de que el participante debe comprobar que puede ejecutar de forma exitosa y acorde a estándares las habilidades impartidas durante el curso.
¿Lo anterior siginifica que un curso de tiro, si no está certificado no sirve?
La calidad de la información entregada durante un curso no tiene nada que ver con el proceso de certificación. La diferencia es que al finalizar un curso de tiro no certificado, como la mayoría de los impartidos en México, los instructores no realizarán una evaluación de habilidades pero eso no implica que el curso sea de menor calidad, como de la misma forma, un curso certificado no necesariamente tiene la calidad necesaria.
La gente suele preguntar si los cursos están certificados o si el instructor lo está, sin saber realmente qué siginifica lo que se está preguntando. En casi todos los casos esta pregunta tiene que ver con un tema emocional cuyo objetivo es aliviar la angustia de no saber si el costo –o el valor– del curso está bien invertido. Lo que está buscando el tirador cuando pregunta lo anterior es lo siguiente:
· Conocer el prestigio de la institución o instructor que lo imparte.
· Saber si la información que recibe está actualizada.
· Qué impacto tendrá en su carrera profesional el documento que recibe al terminar el curso.
En México, a diferencia de otros países, no existe una institución gubernamental o privada dedicada a la certificación de instructores de tiro, mucho menos una que certifique de forma creíble los cursos de tiro de determinados instructores. Las secretarías de Defensa Nacional y Marina certifican instructores de tiro para cumplir solamente con sus necesidades de adiestramiento, por lo que tomar un curso de tiro con un instructor militar o policial certificado no garantiza la impartición del conocimiento por el que se le certificó, independientemente de que la información proporcionada sea de calidad o no.
En resumen, al menos en México los tiradores no deberían preguntar si el curso impartido por un instructor o una compañía está certificado, ya que es muy probable que no lo esté. En su lugar, es importante preguntar por los antecedentes de la compañía o de los instructores que imparten el curso, a quiénes han instruido y entrenado, investigar sobre la credibilidad del instructor y finalmente, atreverse a dar el salto de fe para tomar clases y cursos de tiro con el instructor o compañía que más nos agrade.
Comments